Haciendo historia, el Senador de Morena Gerardo Fernández Noroña utilizó un jet privado para hacer viajes al norte del país, cuyo costo alcanza, de acuerdo a costos de mercado, los 300 mil pesos.
El legislador, quien construyó su carrera política a base de una narrativa con ácidas críticas contra políticos que utilizaban aeronaves para trasladarse, ahora es parte de esa clase privilegiada de políticos millonarios que se pueden dar dichos lujos.
Al respecto, entrevistado por los reporteros, Noroña se negó a trasparentar quién pagó el jet privado e, incluso, ahora se sabe que la contratación de dicho avión es ilegal, según la normativa respectiva, pues se trata de una aeronave con matrícula norteamericana.
Este acto del morenista representa una nueva joya que muestra la hipocresía de un movimiento de cuarta que su lema es “primero los pobres”.