Por Pablo Méndez
Son días de hacer política. De manera callada, de bajo perfil, como debe ser, los actores políticos que tomarán las riendas del gobierno estatal, municipales y del Congreso del Estado, tejen fino para que los andamiajes institucionales funcionen bien y se logre una transición ordenada y en paz. Creo que son más, los que no tienen vela en el entierro, que intentan desestabilizar.
En el lado del gobierno del estado, no obstante que está pendiente la resolución final sobre la anulación o no de la elección, el gobernador electo Ricardo Gallardo se concentra en legitimar y posicionar mediáticamente su triunfo y, en integrar en su gabinete algunas figuras que no están dentro del círculo que todos conocemos como la gallardía.
En la primer tarea, la mediática, han logrado a base de comunicados y entrevistas avanzar en su cometido. En lo que se refiere a la integración al gabinete de figuras ajenas al gallardismo, es donde han enfrentado problemas. La intención, obvio, es acercarse, medio convencer de alguna manera, a un sector de la población de la capital que no logra aceptarlos. Espero que la intención también sea conseguir expertos en las diferentes áreas, delicadas áreas, que requiere una sofisticada administración del gobierno estatal.
Un punto importante era saber si el Fiscal General del Estado, Federico Garza, permanecería en el cargo o renuncia para que Ricardo Gallardo, a través del Congreso, proponga alguien más. Hasta donde sabemos, luego de una reunión entre Gallardo y Garza, el segundo, seguirá en su encargo.
En esto de hacer política también se encuentra el desistimiento del PRI a la impugnación de la elección de Ricardo Gallardo. Luego de todas las explicaciones lo único que queda claro es que el PRI por un lado allana el camino a los Gallardo, en un acto de paz, pero, por otro lado, si la anulación prospera, el PAN se quedará con el premio completo, incluso, si volvieran a competir juntos PAN-PRI en una eventual elección extraordinaria.
En lo que se refiere a la administración municipal de la capital de San Luis Potosí, el alcalde Enrique Galindo transita sin problemas la integración de su gabinete. Me parece que tiene todo para conformar un gran equipo de expertos en cada área y ayudar realmente a modernizar la capital potosina. Aquí sí me me parece que la gente tiene grandes expectativas sobre la gestión de Enrique Galindo.
En lo que respecta al Congreso del Estado, aunque lentas, las negociaciones avanzan entre los grupos partidistas. Dos grupos se disputan las posiciones legislativas, uno conformado por Partido Verde, PT y eventualmente morena y, otro integrado por PRI, PAN, conciencia Popular y eventualmente Movimiento Ciudadano.
La primera negociación es que el Partido Verde se queda, el primer año, con la Junta de Coordinación Política. El segundo año sería para el PAN y el tercero para el PRI.
Esto es lo que tenemos de avance en la grilla rumbo a las tomas de posesión.