Editorial
Pablo Méndez
Luego de seis años de golpear diariamente a la oposición, perseguir periodistas críticos, utilizar programas sociales con fines electorales, acosar permanentemente al Instituto Nacional Electoral, violar más de 60 veces la Constitución y alentar a su partido para violentar la ley una y otra vez, este domingo Andrés Manuel López Obrador logró que Claudia Sheinbaum obtuviera mayoría de votos en elección a la Presidencia de la República, según programa de resultados electorales preliminares.
Durante la campaña los ciudadanos, aglutinados en una candidata opositora, debieron cargar en sus hombros desprestigio de dirigentes de partidos impresentables, incluida la negra historia de estos. No había otro camino. Era esto o, no participar.
Al final los ciudadanos quedaron inermes ante el régimen priista y sus herederos, los de Morena. Todo ha cambiado para seguir igual.
