Pablo Méndez
Editorial
Dicen que el expresidente Andrés Manuel López Obrador se levantaba temprano para escuchar el parte del centenar de asesinatos diarios en el país, luego protagonizaba un monólogo de dos a tres horas frente a seguidores y algunos periodistas, desayunaba y volvía a echar la siesta. Y así los seis años.
Ahora se levanta tarde, desayuna y luego vigila y conduce a través de sus personeros la ejecución de sus instrucciones, tanto en el gobierno de su entenada Claudia Sheinbaum, como en las Cámaras de Senadores y Diputados.
La más reciente instrucción de López Obrador fue imponer a la hija de Rosario Ibarra de Piedra en la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Luego se fue a echar la mona.
@periodicoredsl LÓPEZ OBRADOR IMPONE A ROSARIO PIEDRA EN DERECHOS HUMANOS.
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