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Colaboración

 

Mtra. Mónica Macías Güel

Ante los desafíos democráticos de los últimos tiempos en las autoridades y procedimientos electorales, analizamos desde una perspectiva teórica y empírica, la participación ciudadana y la gobernanza electoral como elementos claves para el fortalecimiento democrático.

El pasado 16 de enero de 2024 la Consejera Norma Irene de la Cruz Magaña del Consejo General del Instituto Nacional Electoral en un artículo para “La Silla Rota” sostiene que:

“…En un panorama global donde la democracia enfrenta desafíos sin precedentes, México destaca por su solidez electoral. Este logro…” -puntualiza De la Cruz- “…no es obra del azar, sino el resultado de la gobernanza electoral; un sistema nacional de elecciones, la sólida participación de tantas y diversas instituciones son baluarte de integridad democrática y participación ciudadana en la organización de las elecciones…” (De la Cruz, 2024)1

Lo que introduce el análisis teórico de las instituciones electorales destacando su propósito como: “Organizar y administrar elecciones; (…) generar confianza entre partidos contendientes y entre el público y el gobierno” (López Pintor, 2004:40 citado por Faustino, 2022:101). 2

En las líneas que anteceden, se destacan dos variables de análisis: 1. La eficiente y eficaz organización y administración de las elecciones; y 2. La confianza ciudadana en los procesos y las autoridades electorales.

Bajo ésta óptica se define la gobernanza electoral como la organización y administración de los procesos electorales, asegurando transparencia, equidad y legalidad; lo que se relaciona con la participación ciudadana en la contienda electoral con el involucramiento activo de la ciudadanía en la votación y en la observación electoral de los procesos, garantizando así la legitimidad de las autoridades electas.

Además, la Democracia y el Derecho a Participar son derechos humanos universales como lo difunde la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas con fundamento en la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Es por ello que participar en las elecciones además de un deber cívico es nuestro derecho de todas y todos. Y las autoridades electorales de nuestro país, específicamente el Instituto Nacional Electoral ha trabajado significativamente en las últimas décadas en el fortalecimiento de la participación ciudadana a través de la Estrategia Nacional de Cultura Cívica 2017-2023 y ahora, con el Programa de Promoción de la Participación Ciudadana en el Proceso Electoral Concurrente 2023-2024.

El Programa de Promoción de la Participación Ciudadana (2023-2024) desarrollará diversas acciones en promoción de la participación ciudadana como: 1) Herramientas Cívicas Digitales, 2) Foros Informativos, 3) Foros de Inclusión, 4) Encuentros Deportivos, 5) Acciones territoriales y culturales, 6) Diálogos universitarios y 7) APPprende INE; acciones que se difundirán a través del INE y del CEEPAC, y en estas columnas coadyuvaremos en su difusión para el fortalecimiento del empoderamiento ciudadano en los comisión electorales.

Lo que no se mide no se puede mejorar.

Los datos del Latinobarómeto (2023) nos permiten visualizar sobre “que estamos parados” respecto a la percepción ciudadana democrática en Latinoamérica y, específicamente, en México; como se muestra y analiza a continuación:

 

Estos indicadores registran a México como uno de los países en América Latina con pérdida de apoyo a la democracia entre 2020 y 2023, lo que a su vez propicia una tendencia de aumento de autoritarismo con el dato más alto de la región.

 

A su vez, el hallazgo de la correlación entre el apoyo a la democracia con el PIB Per Cápita nos deduce que las crisis económicas han afectado a los sectores más vulnerables de la población, generando a su vez déficit al apoyo democrático que no se ha podido recuperar desde la crisis económica más aguda a raíz de la pandemia COVID-19.

Acabáramos.

Las crisis económicas afectan significativamente la percepción ciudadana respecto al régimen democrático, pero a su vez la crisis política del sistema de partidos propicia dicha desafección democrática.

 Por lo que, resulta pertinente concientizar que la desilusión democrática en la región y sobre todo en nuestro país es causada porque las expectativas de la solución de los problemas socio-económicos de la población no corresponden con la acción real de los gobiernos, lo que da significado a la frase de Raúl Alfonsín, expresidente de Argentina, que dice: “con la democracia se come, se cura y se educa”, infiriendo que con la democracia se deben satisfacer las principales necesidades de la población y cuando no se ven atendidas adecuadamente dichas prioridades por los gobiernos, la ciudadanía podría desarrollar la tendencia de inclinarse por regímenes no democráticos con tal de verlas solucionadas.

Con mayor razón.

Es necesario ejercer nuestro derecho ciudadano de participación ciudadana en los comicios electorales y de razonar las propuestas políticas de los contendientes para emitir nuestro sufragio con responsabilidad social.

Fortaleciendo así, con nuestra participación ciudadana la gobernanza electoral que emprenden las instituciones electorales y la integridad electoral en los procesos electorales.