Ante la incertidumbre generada por la posible imposición de aranceles por parte de Trump a las exportaciones mexicanas, Antonio Lorca Valle aseguró que la planta automotriz de General Motors en el municipio de Villa de Reyes no enfrenta un riesgo inminente de cierre o traslado, ya que cualquier movimiento de esta magnitud requiere al menos dos a cuatro años de planeación y ejecución.
El empresario potosino del sector logístico Lorca Valle explicó que, en la industria automotriz, trasladar una línea de producción es un proceso complejo que implica varias etapas, desde la planificación estratégica hasta la certificación de las partes de los proveedores del ensamblaje final por parte del cliente.
“Para que una empresa del tamaño de General Motors decida salir de San Luis Potosí, se requiere un plan a largo plazo de al menos cuatro años, lo que supera la duración de su nuevo mandato de Trump”, enfatizó.
Además, señaló que cualquier cambio en la producción implica la certificación de procesos, lo cual significa que cada línea de ensamble debe ser probada y validada antes de su autorización final, a través del proceso de aprobación de piezas de producción denominada PPAP.
“Este proceso requiere de una red de proveeduría alineada a los estándares de la compañía y certificada para garantizar la calidad de los productos terminados. No es un procedimiento que pueda ejecutarse de manera inmediata ni improvisada”, explicó Lorca Valle.
El empresario potosino llamó a la calma y aseguró que San Luis Potosí sigue siendo una región estratégica para la industria automotriz, gracias a su infraestructura, mano de obra calificada y ubicación geográfica privilegiada.
“México, y en particular San Luis Potosí, seguirá siendo un punto clave en la manufactura automotriz global. Las decisiones de inversión de empresas como General Motors no dependen únicamente de las políticas de un gobierno extranjero, sino de múltiples factores que garantizan estabilidad y rentabilidad a largo plazo”, concluyó.