Si para algo ha servidor verborrea injerencista de Donald Trump en su primer y segundo mandado como presidente de los Estados Unidos es para fortalecer narrativa patriotera de los de cuarta en México y acarrear simpatías, primero, a López Obrador y, ahora, a Claudia Sheinbaum.
Se trata de una “alianza” bastante rentable para Trump, que maravilla seguidores apretando el pescuezo al gobierno de México para que destine miles de soldados a la frontera norte, mientras que el gobierno de cuarta se hace a su vez el valiente con su narrativa patriotera, de engaña bobos.
Los políticos sinvergüenzas de ambos países se nutren de ciudadanos ignorantes, arrastrando en el camino a inocentes que no entienden cómo ni porqué son violentados de manera tan brutal, con deportaciones.